Por Juan Carlos Rotter.
En la semana que el dólar blue trepo a los 553 mangos se juntaron para la foto y algo más. En los momentos de ocio que nos podemos ofrecer cuando nos acordamos de la reflexión en la etapa final del mandato de este estadista que nos supo brindar a través de un tweet la jefa espiritual que el dólar a 60 mangos era razonable allá por el año 2019te dan ganas de subir al Tambolar y tirarte de palomita. Menos mal que nuestro país funciona casi todo en paralelo, como este gran invento monetario, y que varios de nuestros prestidigitadores fallaron en el cálculo de que, si
hubiera seguido a la inflación otra de las grandes creaciones argentas, debería estar cotizando a 646 mangos. Con lo cual el Cerro Mercedario hubiera sido la próxima parada para continuar con el deporte de riesgo.
Por suerte el encuentro de Sergio y Marcelo se realizó antes de conocerse otra gran noticia que también tiene relación con el mundo paralelo que produce nuestro maltrecho país siempre en beneficio de unos pocos. Ahora tenemos que garpar el juicio de la expropiación de YPF.
Una demanda en la que el Estado argentino fue encontrado culpable de haber realizadomala praxis expropiatoria. ¿No sé si te suena la denominación expropiación estimado lector? En definitiva, en San Juan tampoco nos privamos de este mundo paralelo y eso es lo importante.
Estamos condenados al éxito como dijo otro estadista, esta vez le toca al de Banfield. Y no me estoy refiriendo al gran Roberto “Sandro” Sánchez. Hagamos un ejercicio de imaginación para saber de qué tujes va a seguir saliendo sangre. Hablando de esto último por suerte el gran ilusionista electoral logro patear la pelota para adelante y la muchachada del FMI entro como piña a la idea que vamos a dejar de vivir en paralelo. Léase vivir de garrón y de las avivada. Y nos largamos a producir en serio. El Tigre Massa les vendió que nos vamos a ocupar del déficit fiscal, del gasto
público, de las reservas, de la emisión, del dólar, de que Lio se queda en Miami hasta que no le den más las gambas, en concreto los emboco.
En lo político también sabemos que anida lo paralelo. Por el lado de La Unión no todos practican el mismo catecismo a la hora de mostrarse. Lo mismo pasa en Juntos con la mirada puesta para adelante. Por eso nos quedamos con gusto a pólvora cuando vimos el encuentro de los dos líderes locales de dichos espacios. Uno esperaba una foto al estilo Perón- Balbín y no a la de dos conocidos esperando que aparezca el mozo trayendo el café para empezar a romper el hielo.
Hay que entender que hacía tiempo que no se producía en la provincia una transiciónde un signo político distinto. No tendríamos que darle otra intención al encuentro que para un sanjuanino no hay nada mejor que otro sanjuanino. Aunque las circunstancias
que estamos viviendo como sociedad estén reclamando definiciones más contundentes sobre el futuro que se nos avecina. En principio, aunque no lo manifiesten ambos saben que tras la PASO todo puede cambiar. Lo que hoy no se puede o debe decir con un panorama político más despejado se empezaran a discutir cuestiones de mayor densidad entre oficialismo y oposición.
La intensidad de las mismas en principio estará enfocada en las cuentas públicas. La convivencia política que se verá reflejada en la cámara legislativa seguramente también será abordada a continuación de la contienda electoral. La cuestión minera también entrecruza la agenda de ambos aun los encuentre el mañana con los roles intercambiados.
Existe un dato que no debemos perder de vista y es el desafío que ambos dirigentes deberán enfrentar y es el de seguir ejercitando una musculatura política acorde a esta nueva realidad. No solo por demostración a sus partidarios sino como señal a una sociedad que necesita de una provincia que se siga desarrollando para lograr una mayor inclusión social.