Por Juan Carlos Rotter.
Las comparaciones son odiosas sobre todo cuando no solo se confunde el contexto sino también se le pifia a la mística que se quiere vender. El líder peronista no necesito mandarse contra “la casta”. Esta como perrito Chow se subió a sus piernas en busca de cariño y de alimento. Ni que hablar del uso de la doble vara para medir a los enemigos. No necesito utilizarla por eso se mantuvo 10 años en el poder y aun estando fuera del
mismo lo tuvieron que cuidar de que ni se resfrié. El único Pacto político que tuvo que realizar fue el de Olivos y nada menos con Raúl Alfonsín. Que le permitió tiempos gloriosos para las generaciones políticas venideras. Los acuerdos aledaños fueron parte de un negocio que, aunque algunos no lo asuman, no significa que no sigan beneficiándose de ellos. Palo y a la bolsa. La actual estrella del conservadurismo avanza niega a ver firmado algún tipo de pacto, ni con la actual estrella nac&pop, aunque las sospechas dicen lo contrario. Lo más excitante, políticamente
hablando, es que ambos en la actualidad reivindican su figura. Lo relevante de este nuevo imitador del líder riojano es que al fin pudimos conocer a que se refiere cuando habla de “casta” y explico que esta son los políticos chorros. Hasta ahora nadie se sintió aludido. Habrá que esperar sentado en la vereda a que suelte prenda al respecto. Donde trajo un poco de confusión es cuando se refiere a Macri que lo califica de buen
tipo y con la referencia que con el Kirchnerismo no va ni a la esquina. Con los Massistas no se los ve de la mano, pero caminan las mismas veredas bonaerenses. Las diferencias no van a tardar en aparecer sobre todo cuando llegue el momento de cortar la torta. Sin dudas el misticismo se apodero de la legión libertaria. Es toda una experiencia religiosa. Del hermanos y hermanas de mi patria caímos sin red a las fuerzas del cielo.
Como se refleja en el tango Volver de Gardel y Le Pera en la argentina todo vuelve, aunque ahora solo se trate de copie y pegue. ¡Marchitados ya estamos todos, inclusive la casta! Pongamos las cosas en su lugar. El joven maravilla Javier Gerardo Motosierra, el imitador de Carlos Saúl, salvo el firme furor de aquellos que piensan que hay que entrarle al Estado como elefante en un bazar empiezan a mostrar dudas sobre su plan de
dolarización. Este mix entre lo mágico y populismo empieza a descascar algunos apoyos que venía sosteniendo su figura. JGM tuvo la astucia de apoderarse del formato peronista pegando solo un par de gritos. Con una formula simple de sobredosis de promesas para poder resolver todos los problemas que nos aquejan a los argentinos. Y para aquellos que no tienen nada por perder la ilusión que con solo sumarse a la procesión con fe y entrega absoluta algo ya empezaron a ganar.
Y, por último, aunque se deje las patillas, tenga una novia de la farándula, haya recreado el Menemovil y hable del libre mercado, no es Menem. Convengamos que la argentina tampoco es la misma.