Por Juan Carlos Rotter.
Quiero llevar tranquilidad a los estrategas de Unidos por San Juan que por el hecho de haber primeriado con la idea de alguna manera será compensada por el reciente líder de Unión por la Patria, el plomero del Titanic o sea del Frente de Todos, que siempre
tiene a mano un conejo para sacar de la galera. No será la misma unión lo relevante es que prevalezca el acting motivacional.
No esta demás resaltar que la gente ya sabe que nada está unido en la política si no haypoder o caja de por medio. Lo que cuenta es la intención y nuestra política está plagada de buenas intenciones y aunque muchas de ellas terminen en la banquina nada cambia que siempre termínenos con la ñata contra el vidrio mientras la muchachada continúa vendiéndonos gato por liebre. Por suerte se desdoblaron las elecciones que fue una jugada de visionarios que permitirá que no nos confundamos a la hora de entrar al cuarto oscuro y que algún despistado termine metiendo cualquier boleta en el sobre. Hasta en eso tuvieron picardía los muchachos pocitanos. Se llame como se llame, unión, unidos o unificados es lo de menos, mientras la gente vea impresa una U tamaño baño esta todo ok y a cobrar al círculo central.
El resto de los votantes puede dormir con frazada porque sigue existiendo Juntos por el Cambio. Tampoco importa mucho las denominaciones o sus diversos afiches. Perdón quería decir caras, incluida la de Vallejos que lo mandaron al frente una mañana a
tribunales y ahora pretenden dejarlo a la intemperie por ser un infiltrado castrense. ¡Aunque la casta se vista de seda, casta queda!
La otra gran novedad política es si a usted estimado lector le agrada la política del tero también tiene otras opciones. Esto es lo bueno de la democracia, aunque sea de bajas calorías y lo encuentre flojo de energías para seguir bancándola.
Volviendo a la política que es lo que en verdad nos interesa sobre todo en momentos que hay que irse preparando para apretar el pomo. No para el próximo carnaval sino concretamente para el domingo que viene.
Como quien no quiere la cosa, el pragmatismo, la plasticidad y ese espíritu camaleónico que florece ante cada elección nos permite corroborar que la política sanjuanina tiene sus particularidades. Sin que nos demos cuenta o que se note mucho nuestros
candidatos en el fondo hacen peronismo.
No quisiera parafrasear con la gastada frase del General que a la hora de pedir el voto somos todos peronistas, pero algo de eso hay. En Unidos por el Cambio se ve la mano de los ex peronistas (Orrego, Martin, Basualdo) por el lado de Unión (no de Villa Krause) no es necesario disfrazarse, aunque esta vez vayan a la elección separados (Uñac, Gioja).
Las terceras opciones en la provincia vienen funcionando desde hace tiempo como colectora del oficialismo. ¿Ya se dieron cuenta todos no? Aunque esta vez la sequía les haya hecho estragos. La izquierda tampoco es una excepción a la regla por más que tenga en sus filas un buen número de opositores. Está claro que al FMI. El panorama aun con todos estos ingredientes viene bastante claro, aunque por momentos resulte confuso. A pesar del enojo de la gente por la situación económica por parte de un gobierno nacional que termino defraudándonos a casi todos. Las elecciones provinciales en líneas generales están marcando la ratificación de los oficialismos en los resultados. En algunos casos las diferencias son acotadas o los cambios de ciclo se producen por gestiones agotadas o por causas de cimbronazos provenientes desde lo social. Todo indica que nosotros vamos hacia un escenario polarizante. Por lo cual la determinación que tome el electorado sanjuanino en la elección del próximo domingo es fundamental. Las exigencias para gestionar con el escenario que se avecina en nuestro país son altas y para nada sencillas. Hay que seguir impulsando políticas publicas relevantes para continuar mejorando y construyendo hacia el bien común en contrapartida de las consignas abstractas. Para ello necesitamos de la mejor y más capacitada dirigencia que pueda encararlas.
Ojalá en los días que restan para la elección aparezcan señales por parte de los candidatos con que gente piensan llevarlas a cabo. Es lo que esta campaña electoral no mostro aún, incluida las ideas. Sabor a poco.