Por Juan Carlos Rotter.
El domingo si estas solari se hace medio difícil así que mientras me recortaba la barba y apelando a la gran Fernando de cabecera -dicen que soy aburrido- clave la vista en el espejo y me propuse darle alegría a mi corazón. A pesar de todo me siento bien. Obviamente lo primero que decidí fue darle menos bola a las noticias como de costumbre. Primera lección; después de varias décadas de quemarme la cabeza caí en la cuenta que con solo una horita de lectura ya sabes cómo viene la mano en la semana. Quien emboca a quien y lo más importante ya vas pensando de antemano por donde escaparle a la emboscada. Ahí te das cuenta que lo de Fernando no fue inútil. Tampoco quise engancharme con el exitazo meme de la era AlbertoF #maspolentamenosasado y me mandé a la cocina para prepararme unos buenos fideos (que enganché en la lista de precios cuidados) al Feletti y después vamos viendo. Luego llega el momento esperado en que te das cuenta que hay que ponerle un poco de contenido al domingo. No es cuestión de salir a la calle y al que le embaile le embaile. Es cierto que uno ya está como medio al plato de comerse tantos sapos pero no queda otra que seguir poniéndole actitud a las cosas. Segunda lección; la ventaja de haberle esquivado temprano a la sarasa dominguera del dream team político que padecemos es que te agudiza el ingenio y el afán de supervivencia. No me queda otra que hacer la gran Cristina pensaba mientras terminaba mi último bocatto de membrillo y queso. El público se renueva y hay que sorprender. No hay 2023 sino saco un conejo de la galera. ¡Y qué mejor fuente de inspiración que ella para este momento crucial!. En modo casero puse a rodar mi propio Sinceramente. Había agotado todo mi arsenal de ideas y triquiñuelas para mantener a la audiencia, y eso que recién estamos a menos de medio año, no es una excusa, pero convengamos que los líderes de morondanga que habitan este cascoteado suelo no te tiran un buen centro ni de casualidad. Por lo pronto debía encontrar mi propio marcaron de proa para seguir en carrera. De golpe se me vino la noche, de la ansiedad ya me había bajado un par de termos y una docena de facturas, no me salía nada atractivo para ofrecer. Y de pronto se me prendió la lamparita. ¿Para que esta YouTube? Y allí estaba regocijándome con el último gran acto que nos ofreció Cristina cerrándolo a toda cumbia. Todos los ingredientes en un solo formato. Creeme lo que te digo, fue mágico!. Al toque por las redes sociales estaba lanzando el hashtag #quevashacercuandoseasgrande. Fue impresionante. Eran como las 4.15 am y lo estaba superando a Alberto en el record de permanencia en el sillón haciendo seguimiento y para colmo la participación de jovenas de 18 a 23 años explotaba en las redes. A la mañana ya se había instalado en los preferidos del nac&pop. Que no resaltaran tanto mi estrategia no me preocupaba demasiado lo importante es que tenía material de sobra para llegar hasta la próxima elección haciendo la plancha. Pero vamos a lo esencial que es lo que cuenta; el resultado. No necesita de intermediarios es increíble como un simple hashtag te cambia el panorama. Yo confieso que me abrí, soy un simple cronista que cumplo con la función de mostrar la realidad, de lo otro se hará cargo Magoya o vaya a saber quién. Hagan tripa corazón. Un interesante porcentaje del mismo se inclinaron por un variopinto de opciones: deportista, vendedor, profesional, influencer, panelista, maestro, modelo, financista, hípster, dj, guardabosque, rapero, paseador de perros, patovica; solo el 61.4 % manifestó político/a.