Salvemos al cartero.

Por Juan Carlos Rotter.

Este último domingo los festejos tuvieron una particularidad que nunca antes vivió la política argentina con tanto realismo. Todos se cruzaban en abrazos, aunque por el rabillo del ojo se miraba hacia el otro costado. Las tan denostadas PASO de pronto se impregnaron con tufillo a elección general. Parafraseando a la líder del Kirchnerismo
“Las trajiste vos, papi, hacete cargo”.
Los triunfos a veces encierran en su interior un sabor agridulce. Hay incluso mal pensados que señalan que algunos que mostraban algarabía lo hacían por apariencia. La política conlleva también el arte de tragarse sapos y sin saber que gusto tienen. Lo concreto es que el primer interrogante no tardo demasiado en aparecer en la cabeza de un significativo número de jugadores que terminaron abrazados a la derrota. ¿Con que animo se repartirán las futuras boletas? Un recién caído del catre intentaba descular cómo sigue la partida después de una interna intensa y que deja ciertas secuelas. En algún lugar se hace entendible. Algunos novatos y otros no tanto, confunden al cartero con el que envió la carta, al mensaje con la bicicleta. Por suerte los agoreros de la gran abstención fallaron como lo vienen haciendo las encuestas para bien de la democracia, aunque esta se encuentre maltrecha. Pongamos un manto de piedad y miremos para adelante. Que hay que corregir el sistema político no caben dudas. Más complicada la tiene la militancia con lo que le enseñaron en los cursos de adoctrinamiento que el que gana conduce y el que pierde acompaña. Varios estamparon la firma en la letra chica y ahora resulta que a seguro se lo llevaron preso.
Lo cierto es que a partir de esta semana hay que sacudirse y arrancar de vuelta. Vencedores y vencidos tendrán que empujar para el mismo lado o al menos intentarlo porque si no, no existe el después. No habrá cargos ejecutivos ni legislativos. La única verdad es la realidad y esa es la crisis económica. Es la preocupación de los ganadores de las PASO, del mercado y del ámbito financiero. El resto es papel pintado.
No nos almorcemos la cena. El ganador oficialista es el ministro de economía y el gran problema hoy se sigue llamando: dólar. El gobierno actual de Massa es consciente de esta debilidad. Con este marco político no es una cuestión para nada sencilla de controlar. Los que vienen sosteniendo la parada del candidato presidencial hasta ahora pacientes de la restricción de dólares son los industriales. En especial los pequeños y medianos empresarios sectores que empiezan a preocuparse. En el medio están las conversaciones con el FMI y el posible adelanto de dólares. Un salvavidas para seguir con posibilidades. ¿O el ganador de la interna opositora también será consultado al respecto?
La definición de las internas partidarias resolvió una parte de la discusión ahora habrá que ver como se resuelven las cuestiones fundamentales como por ejemplo el marco ideológico en el interior de dichos espacios, la relación con el establishment, los votos de Milei y la inseguridad que mostro su peor cara la última semana. En el fondo seguimos estando frente al mismo desafío que tenía la argentina antes de esta elección que es cortar con la decadencia que venimos padeciendo como país desde hace décadas. ¡Con el agravante que estamos más empobrecidos!

Salvemos al cartero.

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