Por Juan Carlos Rotter.
Algunos picaros apuestan a que nace sietemesina otros más cautelosos afirman que nace a término. No le tienen fe al Sergio. Lo importante es que nazca como sea para el deleite de toda la familia Pocitana y más acá también. Hay que hacerle un merecido reconocimiento a los tantos padrinos y madrinas legisladores que entienden con exactitud que billetera mata galán y que al fin de cuenta lo que vale es la trascendencia. Quien te dice que viene con un pan debajo del brazo y el padre de la criatura iguala a su mentor político. Y con posibilidades de superarlo aún, por juventud y por el efecto Ombú que le dicen.
Más adelante llegara el momento de saber cuándo retirarse a tiempo para dedicarse a la familia y a vivir del buen pasar. O que la descendencia tenga su merecida o no oportunidad. Mientras tanto nos ocupemos del presente. Que con rimbombante quilombo parece avecinarse. La idea de volver a la Ley de Lemas tiene una explicación concreta en el PJ del interior y es solucionar varias tensiones que se empiezan a plantear en el armado electoral producto del resultado de lo que viene sucediendo dentro del Frente de Todos desde hace tiempo y de la regular performance del gobierno nacional que los representa. Los dirigentes políticos profesionales que tiene el peronismo saben que es una ley que bordea la truchada así lo han demostrado las experiencias que se han venido realizando desde el regreso de la democracia. Tanto que quien ganaba perdía y quien perdía ganaba. Los ánimos han cambiado y hoy solo se trata de sobrevivir. Queda por ver si esta naturalización que se intenta imponer con este sistema qué consecuencias tiene sobre el futuro de la política criolla. Pero este es otro cantar. ¡Las urgencias económicas y sociales que está enfrentado la sociedad argentina en general indicarían que se tendría que estar discutiendo sobre temas más importantes, pero es lo que hay estimado lector! Hoy de lo que se trata es de alambrar el campito, después vamos acomodando los melones, dicen los correveidiles que acordaron El Sergio y El Tula. Un dato para nada menor, las provincias históricamente peronistas no se pueden dar el lujo de correr ningún riesgo de perder el control territorial. La hegemonía política en Formosa es un caso testigo, lleva 30 años de vigencia esta blonda criatura electoral. En Salta, los candidatos a cargos locales competirán en una sola oportunidad y si un partido tiene varios postulantes para mojar la medialuna deberán realizar una elección interna propia. Catamarca quiere volver a las internas, a los frentes políticos y los candidatos que quieran jugar se tendrán que lavar la ropa dentro de casa. En Santa Cruz gobierna quien no gano la elección y siguen las firmas. De todas maneras, es casi seguro que se irán sumando más provincias pejotistas para reafirmar las paternidades. En fin, cada cual atiende su juego y nadie quiere pagar la prenda yéndose a su casa. Hay que apretar los dientes para seguir siendo profetas en su tierra a pesar que se acumulen los quilombos en la mayor crisis política y judicial que vive el país. Estamos transitando la era del Gran Hermano y la política argenta viene abrazada a ella sin ponerse colorada. ¡Veremos que se trae la nueva criatura del Sergio para todos los sanjuaninos y sanjuaninas!