Táchame la doble.

Por Juan Carlos Rotter.

Hace tiempo que ya sabemos cómo viene la mano en nuestro país solo que ahora “el peso góndola” nos pegó de frente. Pasan los gobiernos y seguimos de parche en parche.No nos queda otra que volvernos precavidos a la fuerza. Del otro lado del camino está la muchachada de la política que no pierden el tiempo y van directamente a los bifes más aun cuando hay elecciones en puerta. Antes de tirar los dados ya saben por dónde van a enfilar. El resto son matices, se pelean y se reproducen. Por lo cual es de suponer que con PASO o sin PASO se hará sentir el escarmiento. Lo novedoso esta vez es que tanto en el oficialismo como en la oposición están tocando la misma sinfonía y sin partitura. Solo falta que al final le terminen dando la diestra a la añeja frase del General que a la hora de votar son todos peronistas. El cuarto Kirchnerismo ha logrado algo impensado y esto sí que ha sido magia. El volver a las fuentes e invocando fidelidad de la que nunca estuvo en discusión. Así lo ha manifestado recientemente sin ponerse colorado un ex legislador ultra K en las gestiones presidenciales de Cristina: “Yo nunca fui kirchnerista, siempre fui peronista” (Carlos Kunkel dixit). No aclaremos que oscurece. Mientras tanto hay que acatar la bajada de línea que desde la Cristicueva viene avanzando al galope tendido y a grito pelado: ¡Hay que despegarse de Alberto! Perder con dignidad es una cosa, pero seguir perdiendo a lo bonzo votos propios es otro cantar. Hoy tiene más vigencia que nunca el altisonante apotegma peronista. Hay que acompañar, pero hasta la puerta del cementerio. Por el momento la muchachada sigue para adelante, con fe, con esperanza, aunque empiece a entrarle agua al bote. Este último acto del Día de la Deslealtad marco un hito en la exitosa franquicia creada por El General. La más maravillosa música no solo entro por los oídos la dantesca exposición a cielo abierto fue total y a la vista de todos. Así lo manifestó sin tanta sutileza en una de sus variadas tribunas el vitalicio líder sindicalista gastronómico Don Barrionuevo; “el peronismo está hecho mierda”. Pero cuidado con comerse la curva. Estos dos craks del team Club Atlético Juan Domingo saben que detrás del menemismo, del duhaldismo y del kirchnerismo estuvieron y están los mismos peronistas de siempre, solo que más veteranos. Lo importante es que el show debe continuar y el festival de listas electorales a lo largo y ancho de la republica arranco en todo su esplendor. No importa tanto que se muestre la hilacha de que cada uno juega para su buche como decimos en el barrio. Hasta los muchachos ex de la campera, ahora andan con buenos sacos y zapatitos en punta con paritarias altas en los bolsillos, conjuntamente con las Organizaciones No y Si Gubernamentales todos quieren jugar el año que viene. Ya vendrán mejores tiempos para ocuparse de los 45% de asalariados en la argentina que están en negro. Debemos tenerles paciencia. Acá mismo en nuestro pago entre la muchachada del Sergio y del Tula tenemos garantizado el numero para organizar tranquilamente algún evento en el Villicum este verano. Hay que coordinar con turismo y deporte y táchame la doble. Hasta dónde puede llegar esta milonga no lo sabemos. Por lo pronto ya conseguimos que el autoproclamado “Plomero de Titanic” (Súper Massita) y “Los buenos Muchachosque le toman la leche al gato” (Los dueños de la Tarasca) hayan tomado en serio aquellas sabias palabras que supo decir nuestro filosofo popular José Ubaldo que si seguimos jodiendo vamos a terminar todos haciendo glu-glu. Que la política se ordene y pueda resolver los desafíos económicos que la argentina tiene por delante es una película que está por verse. Falta mucho todavía para afirmar que el rumbo político y económico está asegurado. Sobre todo, por lo que la realidad política nos está mostrando y de las dudas que plantea la economía para el 2023.

Táchame la doble.

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