Por Juan Carlos Rotter.
El día que el pelotón de fusilamiento judicial hablo con la sentencia previamente escrita se pararon los corazones. Esa tarde supimos los sanjuaninos que El Sergio en su fuero intimo tenía sus sentimientos a flor de piel hacia la figura de la líder natural del Frente de Todos. Hasta se le notaba un pucherito en el rostro mientras se alejaba de la Casa de Gobierno.
Un buen peronista mantiene la esperanza aun ante lo irreversible y así aguanto hasta el último aliento o al veredicto. Ni el mundial ni el silencio del elenco estable pudieron ocultar la pesadumbre que cargaba su figura. Por suerte como la tiene atada, gobierno
y partido caminan al unísono, marcho raudamente a la calle 25 de mayo para compartir en familia ese momento y arengar a la feligresía con una frase contundente: “el martes fue un día triste que quedará grabado en la memoria institucional y política del país.” Un dirigente político que se precie como parte privilegiado de la franquicia de El General y con expectativas antes debe saber si la pileta tiene la suficiente agua para una clavadita. Finalmente pidió a los presentes que desconcentraran en paz, que fueran a
sus casas con la tristeza sana de haber cumplido con La Jefa. A esa altura la emoción era incontrolable.
La tristeza no puede ocultar que las crisis muchas veces pueden brindar oportunidades. Uñac eso lo aprendió a medida que fue transitando los variados vericuetos del peronismo por los que le toco pasar. Por eso el día miércoles subido al avión provincial
se largó a tejer aun con el avispero revuelto. Ese martes turbulento, al que Uñac define como triste, en realidad es un fallo histórico
sobre la corrupción. Aquí metemos la nariz en la grieta. Para unos Cristina es inocente para otros culpable. Lo cierto es que en ese momento comenzó a delinearse el escenario electoral del 2023. Al cual el mandatario sanjuanino pretende no estar alejado del todo. La alquimia de nombres para poder competir en mejores condiciones está rodando. ¡El futuro ya llego!. Acá surge una pregunta a nuestra a clase dirigente, suponiendo que de verdad Cristina se corre de toda competencia electoral obligando a Macri a desensillar. ¿Se descomprimirá la grieta que ellos mismos incentivaron en las últimas décadas? Por ahora nadie arriesga, pero existen movimientos subyacentes. Los momentos críticos a los que tuvo que enfrentar el peronismo el resurgimiento
siempre vino de la mano de dirigentes prometiendo mucho y en la medida que avanzaron en su camino volverse cautelosos. Liderazgos que se fueron construyendo desde el interior del país, con reducidos aparatos y hasta como opciones secundarias
para terminar transformándose después del general Perón en los dos últimos caudillos que alcanzo el peronismo; Menem y Kirchner. ¿Las mejores épocas de peronismo?. Y llegamos a la condena a Cristina que no condena. Más allá de los efectos reales que vaya a tener este fallo en caso de ser ratificado por todas las instancias, en términos electorales la condena jurídica no llegaría a afectar ni sus votos a favor ni sus votos en contra. Si lo que ha afectado es la dinámica con la cual el peronismo define sus espacios de reacomodamiento interno para pelear por el manejo del poder. Cristina la líder debilitada para enfrentar una contienda electoral plantea la necesidad de otro escenario. La inflación, la pobreza, el fracaso económico del gobierno que ella
planifico, condiciona y permite abrir lo que antes no se permitía, empezar a pensar la sucesión política.
A Uñac como a otros gobernadores peronistas con futuro les costó utilizar la palabra corrupción, les dificulta ahondar sobre el manejo de la obra pública en el periodo que involucra los efectos de la Causa Vialidad. No en avanzar sobre esta nueva coyuntura y
a lanzarse en la discusión sobre los espacios venideros como así también en las decisiones políticas que se tendrán que tomar para seguir siendo competitivos. Por ultimo hay que agregar que durante los años de alto crecimiento económico no
existió una sociedad conmocionada por la corrupción y menos en pedir las explicaciones del caso. La corrupción recién comienza a ser tema de preocupación cuando ese crecimiento empezó a desaparecer. Con lo cual podríamos afirmar que no sobran
motivos para no estar tristes.